Bruxismo
Se trata de una actividad completamente inconsciente que daña las estructuras del diente, el periodonto, la musculatura, así como la articulación tanto de la mandíbula como del maxilar y que ocurre normalmente durante el sueño. Puede ser producido por estrés o por lesiones en la espalda.
En Clínicas CIME podemos tratar esta patología relajando los músculos maxilofaciales.
De esta manera, no sólo se puede solucionar los daños bucodentales que pueda estar causando el bruxismo sino también la excesiva ‘forma’ que tienen los músculos del rostro por lo que se consigue, en algunos casos, suavizar las facciones.
0
0
0
0
¿Qué es el bruxismo?
Es el término médico con el que se conoce el rechinar de la mandíbula. Se trata de una actividad parafuncional que la mayoría de personas experimentan en algún momento de sus vidas. Rechinar los dientes y apretar la mandíbula son las dos características principales de esta condición, que puede tener lugar tanto de día como cuando se está dormido. Algunas personas realizan este movimiento mandibular sin causa aparente. Aunque su persistencia, puede provocar dolor mandibular y desgaste de las piezas dentales. Las problemas más comunes del Bruxismo son dolor de cabeza y tensión facial.
¿En qué consiste el tratamiento para el bruxismo?
Se infiltra una sustancia inhibidora en el músculo responsable del rechinamiento mandibular (el músculo masetero). Bloquea los impulsos nerviosos del área. La aplicación de este tratamiento no afecta en ningún caso el habla y la correcta masticación de los alimentos.
¿Tiene efectos secundarios?
El procedimiento es bastante sencillo y no genera efectos secundarios.
Beneficios
-
Mejora de la calidad de vida del paciente.
-
Ofrece mayor definición del sector medio del rostro, mejor simetría y delgadez.
-
Es un tratamiento rápido.
-
Se consigue un rostro más estilizado.
-
Es un tratamiento no invasivo.
-
No requiere anestesia.
Recomendaciones Post Tratamiento
No se requieren grandes cuidados después de este tratamiento. Se pueden reanudar inmediatamente las actividades cotidianas, sin embargo es importante que en las 4 horas posteriores a la aplicación evite frotarse la cara o acostarse, para que el medicamento inyectado no se difunda hacia zonas no deseadas.