Los radicales libres es uno de los factores del envejecimiento del cual se habla mucho y el equipo de Coaching de Salud de Clínica CIME quiere explicártelo de una manera muy sencilla.
Recordemos que el cuerpo humano está compuesto por diferentes células, que a su vez están compuestas de diferentes moléculas. Esas moléculas constan de átomos que se unen por enlaces químicos. El átomo tiene protones (carga positiva) y electrones (carga negativa) que orbitan alrededor del átomo. Estos electrones pueden cooperar con otros átomos para conseguir la máxima estabilidad.
Estos átomos están unidos por enlaces, debemos saber que si se forma un enlace débil (que es donde queda un electrón sin pareja), se forma el radical libre. Estos radicales libres son muy inestables, por lo que reaccionan con facilidad para encontrar el electrón necesario para lograr su estabilidad. Si roban un electrón a otra molécula, esta quedará inestable y se convertirá en un radical libre también. De esta forma se realiza una cascada de radicales libres, hasta que arrollan una célula viva.
Los radicales libres se forman en muchos procesos del cuerpo, por ejemplo por el metabolismo o por el sistema inmune, para atacar virus y bacterias. Sin embargo, existen factores ambientales (contaminación, cigarrillo, mala alimentación) que aumenta la dosis de radicales libres que hay en nuestro cuerpo. El cuerpo maneja los radicales libres que se producen de forma natural, pero si la producción de los mismos es excesiva, se producen daños en el cuerpo.
El 90% de los signos del envejecimiento prematuro de la piel están causados por los radicales libres. Personas menos expuestas al exceso de radicales libres envejecerán más tardíamente. Pero además, los radicales libres pueden causar: enfermedades cardiovasculares, aumentar los niveles de colesterol malo, desarrollar el riesgo de cáncer, en particular de boca, faringe y esófago. Los radicales libres también están involucrados en la enfermedad de Parkinson, el Alzheimer, la arterioesclerosis y la diabetes.
Para poder frenar el proceso de los radicales libres tenemos a los antioxidantes. Una buena forma de consumir antioxidantes es mediante la alimentación. Manteniendo un consumo adecuado de alimentos con vitaminas como la C y la E y betacarotenos, ya que se encargan de neutralizar los radicales libres, donando uno de sus electrones, y poniendo fin a la cadena de robos.
Ahora sabemos qué son los radicales libres y los enormes daños que pueden producir en nuestro cuerpo. Por eso, no solo es importante la alimentación sino también cuidar el estilo de vida que llevemos.
Es muy importante tener presente nuestra alimentación para cuidar de nuestra salud.
Dr. Manuel Rubio
Médico Estético
Col 45659